El músculo esquelético

Por. Yessica Estrada Hernández

La palabra músculo procede del latín musculus que significa ratón pequeño. Los músculos pueden considerarse los motores del organismo, sus propiedades les permiten generar fuerza y movimiento. El sistema nervioso es indispensable para su funcionamiento, los músculos estriados esqueléticos están constituidos por células alargadas, las fibras musculares.  Éstas fibras, que se organizan en fascículos, se unifican por medio de envolturas elásticas cada fibra muscular presenta numerosos núcleos distribuidos en la periferia de la célula. Una fibra muscular es el resultado de la unión de varias células no diferenciadas con un único núcleo denominada mioblastos.

Un músculo esquelético está constituido por fascículos musculares formados a su vez por un conjunto de fibras musculares. Cada músculo se inserta en un hueso por medio de los tendones, que están constituidos básicamente por tejido fibroso, elástico y sólido.  

Los músculos además de estar constituidos por fibras musculares y tejido conjuntivo, están recorridos por vasos sanguíneos y fibras nerviosas. La actividad normal de un músculo esquelético depende de su inervación. Cada fibra muscular esquelética está en contacto con una terminación nerviosa que regula su actividad, las fibras nerviosas motoras transmiten a los músculos las órdenes emitidas por el sistema nervioso central. Los músculos se activan entonces de manera consciente o inconsciente.

CARACTERÍSTICAS FUNCIONALES.

Excitabilidad.

Es la facultad de percibir un estímulo y responder al mismo. Por lo que se refiere a los músculos esqueléticos, el estímulo es de naturaleza química, la acetilcolina liberada por la terminación nerviosa motora. La respuesta de la fibra muscular es la producción y la propagación a lo largo de su membrana de una corriente eléctrica que origina la contracción muscular.

Contractibilidad.

Es la capacidad de contraerse con fuerza ante el estímulo apropiado. Esta propiedad es específica del tejido muscular.

Elasticidad.

La elasticidad es una propiedad física del músculo. Es la capacidad que tiene las fibras musculares para a cortarse y recuperar su longitud de descanso, después del estiramiento. La elasticidad desempeña un papel de amortiguador cuando se produce variaciones bruscas de la contracción.    

Extensibilidad.

Es la facultad de estiramiento, si bien las fibras musculares cuando se contraen, se acortan, cuando se relajan, pueden estirarse más allá de la longitud de descanso.

Plasticidad.

El músculo tiene la propiedad de modificar su estructura en función del trabajo que efectúa. Se adapta al tipo de esfuerzo en función del tipo de entrenamiento. Así se puede hacer un músculo más resistente o más fuerte. Los velocistas, tienen en los músculos inferiores un predominio de fibras musculares de tipo rápido mientras que en los corredores de maratón prevalecen las fibras musculares de tipo lento.

TIPOS DE FIBRAS MUSCULARES.

Fibras de tipo I de contracción lenta o fibras rojas.

Son numerosas en los músculos rojos estas fibras, de pequeño diámetro y muy vascularizadas contiene numerosas mitocondrias y poco glucógeno. Las fibras I son resistentes a la fatiga, se utilizan sobre todo en ejercicios poco energéticos y prolongados (mantenimiento de la postura).

Fibras de tipo II de contracción rápida.

Se localizan en los músculos pálidos y se denominan también fibras blancas. Son de mayor diámetro, presentan pocas mitocondrias, están poco vascularizadas pero contienen mucho glucógeno. Estas fibras, que son poco resistentes a la fatiga aunque muy potentes, se utilizan en los ejercicios breves pero intensos.

Fibras de tipo IIa.

Son fibras intermedias cuyo porcentaje varía según los músculos del organismo y el individuo. La relación fibras lentas rápidas puede evolucionar en función del entrenamiento y el tipo de ejercicio practicado. Numerosas fibras IIa o intermedias evolucionan hacia el tipo 1a consecuencia de ejercicios prolongados y moderados en cambio los ejercicios breves e intensos de 30 segundos a dos minutos provoca la evolución las fibras IIa  hacia el tipo II.

DESARROLLO DEL MÚSCULO.

Crecimiento del músculo.

Éstas modificaciones están sometidas a factores nerviosos, mecanismo durante la infancia y la pubertad, el crecimiento va a implicar un incremento o aumento del volumen del cuerpo muscular de aproximadamente 20 veces. El crecimiento del músculo después del nacimiento no depende de un aumento del número de las fibras musculares sino de un aumento de su diámetro y de su longitud. Éstas modificaciones están sometidas a factores nerviosos, mecánicos y hormonales.         

Envejecimiento del músculo.

Con la edad, los músculos se hacen más delgados y su fuerza disminuye. La utilización escasa o nula de los mismos desempeña un papel importante en la atrofia de las fibras musculares. Se produce una pérdida de las mismas, una disminución de su tamaño, etc. Con frecuencia, a estas lesiones musculares se añade un factor de denervación.

Bibliografía.

  • Williams.(1998). Anatomía de gray. Bogotá. Ed. Harcourt Brace. Ed. 38°.
  • Testut / Latarjet. (1998). Anatomía humana. España. Ed. Salvat.
  • Testut / Jacob.(2000). Anatomía. México. Ed. Salvat.
  • Guzmán / Elizondo. (2018). Anatomía. Panamá. Ed. Médica Panamericana. Ed. 4°.

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