Ejercicio sin salir de casa

Por: Mtro. Víctor Manuel Mendoza Guzmán

La actividad física es indispensable para que los pequeños se mantengan sanos y en constante desarrollo, permite que el proceso de aprendizaje llegue con mayor facilidad y que el niño desarrolle mayor capacidad socio afectiva.

Un niño o adolescente que no se mueve o que no tiene actividad física en estos momentos de encierro (por la pandemia de Covid-19) está poniendo en riesgo su desarrollo motor, cognitivo y afectivo-social.

El ser humano nace con miles de conexiones nerviosas, que establecen procesos de comunicación a nivel neurológico, y que estas deben estimularse para su correcto funcionamiento.

Si un niño no tiene movilidad o no se ejercita, tendrá un crecimiento adverso durante su infancia, no tendrá la cantidad de conexiones neuronales adecuadas, y por tanto se dará una ‘poda neuronal’, lo que perjudica su desarrollo saludable

El movimiento y la actividad física en los niños, entre otros beneficios, generan la mielinización, un proceso en el que se produce la mielina, una sustancia que envuelve y protege los axones de ciertas células nerviosas y cuya función principal es la de aumentar la velocidad de transmisión del impulso nervioso. Hoy por hoy la actividad de educación física es algo muy importante en todo niño. Esto permite que el aprendizaje llegue con mayor facilidad. Además de ser el motor principal para que se puedan dar estos procesos. De esta manera, el niño va a desarrollar mayor capacidad socio afectiva, va a poder conectar mejor con él mismo y con sus pares.

Confinamiento involuntario y sedentarismo

El encierro obligatorio de niños y adolescentes para evitar el contagio de la Covid-19 ha generado que muchas familias eviten el contacto con el medio exterior y con sus amigos, lo cual los ha llevado a una vida involuntariamente sedentaria al interior de sus hogares.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que el comportamiento sedentario y los bajos niveles de actividad física tiene efectos negativos en la salud, el bienestar y la calidad de vida de las personas. Dentro de sus recomendaciones, señala que niños y adolescentes de 5 a 17 años deben practicar una actividad física, de intensidad moderada a alta, durante un mínimo de 30 minutos, al menos tres días por semana.

En tiempos de encierro, el ejercitarse en casa puede resultar complicado pero, no imposible. Incluso si no se tiene el suficiente espacio para realizarlo, por ejemplo, al interior de un departamento o casa. Siempre hay opciones, no necesitamos espacios grandes. De hecho, el niño no necesita correr en espacios grandes, solo que tenga movimiento, porque hoy por hoy, los niños están dejando el movimiento por una tableta, celular, o por la televisión, Incluso, se pueden realizar diferentes rutinas de ejercicio simples: como levantar las manos, jugar con una pelota, arrastrarse, brincar y correr en espacios de pocos metros cuadrados. Si el niño no tiene movimiento, es tamos limitando su desarrollo, ya que no puede tener contacto con el medio exterior y con sus amigos, el niño tiene que aprender que, dentro de casa, se pueden realizar muchas cosas. Hay que enseñarle a no tener limitantes que le permitan desarrollarse más adelante

Además, es muy importante buscar una serie de juegos que permita la interacción entre todos los miembros de la familia, porque es la primera plataforma para el desarrollo deportivo, cognitivo y académico.

Con todo, el consejo es apoyar a los niños y para que ellos mismos se sientan motivados a ejercitarse. Por ejemplo, se le puede impulsar a que él mismo “invente” cómo divertirse y ser feliz. Si logra desarrollar esta habilidad, todo lo que sucederá alrededor de su vida cotidiana le será más fácil solucionar.

Algunas rutinas recomendadas no se requieren grandes espacios

  • Circuito de obstáculos. Con cualquier objeto que tengamos en casa, como sillas, mesas, botellas de plástico o juguetes, se colocan de tal manera que puedan realizar un recorrido en el que tengan que agacharse, saltar, andar a gatas o a cuadrupedia, impulsarse con los brazos y todo lo que nuestra imaginación nos permita.
  • Rutinas de ejercicios. Marcar una serie de tareas, como saltos laterales, rodillas arriba o talones al glúteo.
  • Bailar. Es una muy buena manera de hacer actividad física con toda la familia